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Edición N° 3 – Febrero 28 de 2021

¿Cuál fue la dinámica del emprendimiento en el Aburrá Sur en 2020?

Los tres primeros meses del año 2020 hacían creer que la dinámica empresarial en materia de emprendimientos se comportaría semejante a los años anteriores. Sin embargo, al llegar la pandemia se decretó el primer toque de queda e inmediatamente el confinamiento. Las expectativas económicas en ese momento (marzo- abril) se desvanecieron y a medida que avanzaba la cuarentena era difícil imaginar cuándo se regresaría a esquemas de producción presenciales.

Sin embargo, vinieron las reaperturas sectoriales y renació la esperanza de una reactivación paulatina. No se puede desconocer que muchas empresas no lograron sobrevivir y que muchos empleos se perdieron. Pese a ello, la dinámica del emprendimiento fue creciendo a medida que avanzaba el año.

Durante el 2020 se crearon 5.762 emprendimientos en el Aburrá Sur, representados en 1.909 Sociedades y 3.853 Personas Naturales. Esto significa un aumento de 6,3% con respecto al 2019, año en el que se crearon 5.418 emprendimientos: 1.648 Sociedades y 3.770 Personas Naturales.

Esta dinámica supera ampliamente el promedio nacional de emprendimiento en el 2020, ya que según Confecámaras se produjo un decrecimiento del 10.3% con respecto a la vigencia 2019. De acuerdo con el Informe de Dinámica de Creación de Empresas elaborado por Confecámaras, con base en la información del Registro Único Empresarial y Social – RUES, en las 57 Cámaras de Comercio del país se registraron el nacimiento de 281.935 empresas, dato que es menor al registrado en 2019 (314.412).

Esto significa que el total de emprendimientos del Aburrá Sur, entre Sociedades y Personas Naturales (Comerciantes), representó el 2% del total del emprendimiento nacional en la vigencia del 2020. A nivel municipal los mayores emprendimientos (sociedades y personas naturales) tuvieron lugar en Itagüí y Envigado. Mientras en Itagüí se crearon 2.144 emprendimientos (1.550 Personas Naturales y 594 Sociedades), en Envigado se crearon 1.820 emprendimientos (1.060 Personas Naturales y 760 Sociedades). Siguen en su orden Sabaneta, Caldas y La Estrella.

¿Cuál es la tasa de supervivencia empresarial en el Aburrá Sur?

La tasa de supervivencia empresarial es un indicador que refleja el comportamiento de las empresas durante sus primeros cinco (5) años. Analizando el registro mercantil de las empresas del Aburrá Sur entre 2015 y 2020, se observa que en 2015 nacieron 5.032 unidades productivas y de ellas 2.680 llegaron activas al año 2020.

Esto significa que la supervivencia empresarial en el Aburrá Sur es de 53% al quinto año, lo que quiere decir que, de cada 10 empresas creadas, 5,3 sobreviven a los primeros 5 años. De aquí se desprende la tasa de cierre empresarial, que es otro indicador que refleja el comportamiento de las empresas que no logran mantenerse en el mercado. Dada la tasa de supervivencia, se sobreentiende entonces que el 47% no lograr superar los primeros cinco años. Sin embargo, el periodo más crítico para las empresas se registra durante los primeros 3 años. Los datos muestran que 3 de cada 10 empresas creadas cierran al tercer año, aunque en el primer año es realmente el crítico, pues el 20% de las empresas creadas no logran superarlo.

Movilidad empresarial en el Aburrá Sur

Durante el 2020, 228 empresas salieron del Aburrá Sur. Esta cifra es inferior a la de 2019 cuando se fueron 290 empresas. La salida de las empresas el año anterior significó una movilidad empresarial de $799.273 millones en activos, mientras que en el 2019 la valoración de activos sumó $413.383 millones. Esto significa que el año 2020 se fueron menos empresas que en 2019, pero con mayores activos.

Al saldo de empresas que se fueron se sumaron en el 2020 un total de 293 sociedades Liquidadas en la región, cuyos activos sumaban $55.996 millones, cifra inferior a las 370 sociedades Liquidadas en 2019 con $81.940 millones en activos.

La movilidad empresarial puede explicarse por diversas razones, desde la necesidad de las empresas de reorganizar su aparato productivo por razones de costos, hasta por un tema de ordenamiento territorial, pasando por la importancia que representa el precio de la tierra, la disponibilidad de espacios para expansiones, la necesidad de ubicarse dentro de mercados estratégicos, por razones logísticas, entre muchas otras.

Si bien estos datos generales no permiten aventurar alguna idea precisa sobre las razones de la movilidad empresarial, es importante llamar la atención sobre la forma como el territorio metropolitano se ha venido organizando. El equilibrio entre el proceso de urbanización y desarrollo empresarial sigue siendo un tema aún sin resolver. La pandemia puso de relieve la necesidad del empleo e ingresos, que se derivan en mayor proporción por la capacidad de los empresarios privados. Pero si la tendencia fuese a seguir concentrando el tejido empresarial en empresas muy pequeñas y con baja capacidad para la generación de puestos de empleos estables y duraderos, pues la región se dirige a una crisis económica y laboral que amerita considerar. La Cámara de Comercio Aburrá Sur invita a reflexionar sobre este tema y abre los espacios que fuesen necesarios para contribuir a encontrar salidas que permitan aumentar la calidad de vida de las personas y a fortalecer el tejido empresarial de la región.

Industria manufacturera: a mirar nuevos mercados.

Hoy la pandemia exige la búsqueda de sectores económicos con capacidad de halonar el empleo, la inversión y la actividad productiva. Una región que todavía cuenta con una base empresarial manufacturera no puede desperdiciar su capacidad, ni despreciar su experiencia. La herencia industrial es una fuente viva de capacidades para una reactivación económica y laboral en Antioquia.

Desde la Cámara de Comercio Aburrá Sur hemos visto que la industria manufacturera, e incluso, empresas de otros sectores como servicios y alimentos, pueden virar hacia nuevos mercados como es la industria aeronáutica. El establecimiento en Rionegro del Centro de Mantenimiento y Reparación (MRO por sus siglas en inglés) de Avianca, es una oportunidad que debe ser aprovechada por los empresarios.

Antes de que Avianca instalara dicho Centro de Mantenimiento en Rionegro, la Cámara de Comercio Aburrá Sur ya había priorizado al sector aeronáutico como un sector estratégico de desarrollo. La razón es sencilla: en la región hay suficiente capacidad empresarial para atender la alta demanda de servicios de mantenimiento, reparación y servicios bajo el ala y de soporte en tierra que requiere la industria.

Adicionalmente, pensando en macropoyectos y siendo visionarios, también es posible diseñar una ruta de actuación para que un grupo de empresas empiecen a ser parte de la cadena de proveedores de la industria, la cual es muy exigente en calidad y tecnología.

La barrera de entrada inicial en este aspecto tiene que ver con la necesidad de obtener certificaciones y el cumplimiento de estándares internacionales; pero no es un asunto imposible. Hoy existen en la región empresas que ya han recorrido este camino y hay otras que hacen parte de la industria desde hace buen tiempo, por lo que podrían desempeñar un papel de acompañamiento y referencia para las nuevas empresas que deseen acercarse a una industria que podría desencadenar nuevas rutas de desarrollo y de reindustrialización en los tres valles (Aburrá, Occidente cercano y San Nicolás).

El proyecto de Ciudad Aeroportuaria que tiene pensado la Gobernación es otro detonante más para este sector. En tal sentido, es importante entonces animar a los empresarios a interesarse por este tema y a seguir de cerca los programas, proyectos y agendas que desde diferentes instituciones públicas y privadas puedan surgir. Por nuestra parte, confiamos poder seguir ofreciendo conferencias e información relacionada con la industria, así como también aspiramos a poder seguir aportando en la caracterización del sector. Los empresarios interesados en conocer más sobre este tema, pueden escribirnos a competitividad@ccas.org.co

Edición N° 2 – Diciembre 16 de 2020

Resultados segunda encuesta empresarial sobre impactos del Covid en el Aburrá Sur

En mayo se realizó la primera encuesta en el Aburrá Sur con el fin de monitorear los impactos del Covid-19 y las necesidades empresariales. Dicha medición sirvió para redefinir los programas de desarrollo empresarial dentro de la institución.

En el mes de octubre se realizó la segunda encuesta empresarial. Los resultados reflejaron que 87% de las empresas se encontraban operando plenamente o con alguna restricción, mientras que el 13% manifestó estar enfrentando algún tipo de cierre. De estas empresas, el 6,4% declaró estar en liquidación o en proceso de cierre indefinido. Pese a este resultado, estos datos son alentadores frente a los de mayo, ya que en aquella fecha solamente el 67% estaba abierto plena o parcialmente; mientras que el 33% de las empresas estaban cerradas.

Con estos datos se puede tener una idea sobre el proceso de reactivación y la manera como las empresas están enfrentando este momento. Por ejemplo, el 14% de las empresas encuestadas manifestaron estar operando de forma remota exclusivamente; mientras que un 39% lo hace presencial y el 47% restando alterna entre operación remota y presencial. Otros indicadores favorables provienen del comportamiento de la cadena de suministros y de la planta de persona: el 67% de los empresarios manifestaron no tener problemas con el suministro de materias primas y el 69% mantuvo su planta de personal. Preocupa que un 24% haya manifestado que tuvo que reducir su nómina.

CLIC AQUÍ para conocer los resultados de la encuesta

¿Cómo ha sido el comportamiento de la creación de nuevas empresas en el Aburrá Sur durante 2020?

Entre enero y noviembre del año pasado (2019) se habían creado 5.919 empresas en el Aburrá Sur. El 35% de ellas (2.077) fueron creadas en el sector comercio, 15% pertenecieron al sector alojamiento y servicios de comida (872) y 12% correspondieron al sector de industria manufacturera (738). En estos tres sectores estuvieron el 62% de los emprendimientos.

Durante este año (2020) se crearon 5.627 empresas entre enero y noviembre, es decir, 292 empresas menos de las que se habían creado el año anterior, lo que significa una variación de -4,9%.

Este dato llama la atención debido a lo atípico que ha sido este año, pues haber vivido un confinamiento pleno con parálisis de la producción, que alteró las expectativas de ventas e inversión, resulta ser un comportamiento que se considera positivo y que refleja, tanto la necesidad, como el deseo de las personas para emprender.

Dichos emprendimientos también tuvieron el mismo comportamiento sectorial del año anterior. Por ejemplo, se crearon 2.113 empresas de comercio (1,7% más que el año anterior); 707 unidades productivas en el sector de alojamiento y servicios de comida (18,9% menos que el año 2019) y 747 empresas en la industria manufacturera (1,2% más que el año anterior).

En el sector distribución de agua, evacuación y tratamiento de aguas residuales aumentaron las empresas creadas, pasando de 12 el año pasado a 21 este año y para el mismo periodo considerado (ene-nov). En cambio, las empresas asociadas a actividades artísticas, de entretenimiento y recreación disminuyeron de 164 a 83 el número de empresas creadas. Es evidente aquí que el resultado se explica exclusivamente por la pandemia, ya que este ha sido uno de los sectores más afectados.

Número de empresas creadas por sector entre enero y noviembre en el Aburrá Sur (2019-2020)

Fuente: Registro Mercantil Cámara de Comercio Aburrá Sur

Informe Nacional de Competitividad: lecciones para Antioquia y el Sur del Valle de Aburrá

Colombia mejora en 10 de los 12 pilares de medición. Esto puede ser un buen síntoma pensando en la reactivación económica. Sin embargo, la posición ocupada por el país en cada pilar frente al mejor de cada indicador, permite concluir que hay mucho espacio para generar cambios, mejoras y reformas que conduzcan a ajustar los desequilibrios evidenciados.

Gráfico 1: Puntaje y posición de Colombia entre 141 países en el Índice Global de Competitividad 2019

Según el Informe, los principales desafíos están en los pilares de instituciones, adopción de TIC, mercado laboral y capacidad de innovación.

Cabe señalar que en todos estos desafíos Antioquia y el Aburrá Sur tienen cómo aportar. Por ejemplo, en materia institucional el reto está en hacer más fuerte y presente al Estado; es decir, que los ciudadanos perciban más y mejores bienes públicos. En la adopción de TIC se requiere mejorar el nivel de banda ancha y el número de hogares con computador, entre otros aspectos. En materia de mercado laboral, el reto está mantener el empleo que no se ha perdido, pero también en acercar a los jóvenes al mundo del trabajo. Una forma es reconociendo que el empleo crece cuando crecen los mercados de las empresas, no solamente cuando se bajan los impuestos y salarios. Y finalmente en materia de innovación, será fundamental acelerar y acercar a las empresas con los centros de innovación y desarrollo, así como activar mesas de trabajo interinstitucionales para abordar las problemáticas empresariales. De esta forma y con un marco de actuación bien coordinado, los resultados deberían redundar en mejores empleos, más ventas y un robusto ecosistema empresarial y de innovación en la región.

Caracterización del sector software y Tecnologías de la Información: resultados.

Mediante la aplicación de 357 encuestas a empresas del sector software y Tecnologías de la Información -TI- ubicadas en el Valle de Aburrá, se evidenció que el 60% de las empresas llevan más de 5 años con operaciones y que la mayoría (85%) tiene como actividad principal la prestación de servicios.

Este es un buen indicador de cara a los desafíos que ha planteado la pandemia, máxime cuando la concentración de las líneas de producto se encuentra en: desarrollo de software, consultoría y desarrollo de software propio.

Es un sector que brinda oportunidades laborales de cara a la reactivación, primero porque ha sido uno de los menos afectados; y segundo, porque sus necesidades de recurso humano demanda tanto técnicos, como profesionales con buen nivel de conocimientos específicos.

El 68% de las empresas encuestadas son mipymes que tienen entre 1 y 10 trabajadores. El nivel de permanencia para los empleados de operaciones es entre 1,5 y 4,0 años (56%) y menos de año y medio (18%).

El 63% de la competencia de las empresas es local o nacional y durante el año 2019 el 48% de las empresas registró ventas anuales hasta de 300 millones de pesos, mientras que el 26% tuvo ventas entre 300 y 1.000 millones de pesos. Estos datos ofrecen una idea del tamaño del mercado que tienen dichas empresas y de su capacidad de penetración, al punto que el 50% manifestó la idea de aumentar sus ventar internacionales en 5% para los próximos cinco años y el 20% de las empresas aspira a crecer dichas ventas en un 30%.

Las deficiencias provienen por el lado del capital social, es decir, se caracterizan por aunar pocos esfuerzos entre sí y por su baja participación en eventos y actividades gremiales.

Algunos de los retos son:

  • Acercar a las empresas de Software y TI a los centros de innovación y desarrollo, centro de la Cuarta Revolución Industrial y el Valle del Software con el fin de incluir acciones y visibilizar oportunidades dentro de la agenda regional.
  • Posicionar a la industria de la región basados en sus capacidades y fortalezas: Portafolio servicios, marca industria, marca región, evento región y exportación de servicios
  • Apalancar el sector software y TI a través de la agenda estratégica del Cluster de Negocios Digitales, con el fin de fortalecer el desarrollo de nuevos negocios.

Estructurar una estrategia regional de exportación de servicios de valor agregado basada en las capacidades reales del sector, y articulada con gobierno local, regional y nacional

CLIC AQUÍ para ver informe completo

Edición N° 1 – Noviembre 18 de 2020

Ideas para la reactivación en el Aburrá Sur

La mayoría de las crisis económicas antes de la pandemia encontraron salida en el sector de la construcción y en el gasto público. Ambas siguen siendo alternativas viables de cara a la crisis generada por el Covid-19. Sin embargo, los primeros análisis realizados por la Cámara de Comercio Aburrá Sur indican que en los campos de la bioeconomía, la tecnología, los negocios digitales y el sector aeronáutico también se encuentran valiosas y amplias posibilidades para acelerar la reactivación y la generación de empleo.

En bioeconomía, por ejemplo, que es la manera de otorgarle valor a los recursos naturales, al conocimiento y a la investigación con el objetivo de desarrollar productos y servicios bajo el principio de la sostenibilidad, hay un espacio suficiente para que las empresas identifiquen oportunidades a partir de residuos, biotecnología o sus propios desperdicios. Ello les podría permitir encontrar la forma de producir nuevos productos para otras empresas, o incluso, para ellas mismas. Ya hay casos empresariales palpables en el Aburrá Sur que confirman las bondades que brinda la bioeconomía. De allí se han derivado nuevas unidades de negocio o un aumento en los ingresos gracias a los ahorros generados por el reajuste bioeconómico de los procesos.

(Complemento: Ver artículo página N° 10 Periódico Estrategia)

La tecnología y los negocios digitales es el otro campo que ofrece abundantes posibilidades. El Aburrá Sur es un territorio con un sector tecnológico fuerte y donde un grupo de empresas se ha logrado consolidar en mercados nacionales e internacionales. Esta experiencia empresarial, sumada a la aceleración que ha promovido el Covid para esta industria, son buenas razones para creer en el mundo de posibilidades que de aquí se derivan.

Se requiere abrir espacios para ajustar competencias a los profesionales existentes, llamar la atención de las universidades para que mejoren el bilingüismo y apuesten por altos procesos de certificación de competencias de sus estudiantes. Esto es posible lograrlo simplemente tras la activación de una mesa de diálogo entre las empresas de Tecnologías de la Información y las Universidades, donde la Cámara de Comercio Aburrá Sur y las administraciones municipales podrían servir de enlace y apoyo.

(Complemento: Ver artículo página N° 8 Periódico Estrategia)

Finalmente, la industria aeronáutica es el tercer campo de oportunidades. A nivel mundial es una industria fuerte, con altas inversiones y generadora de empleo formal. Si bien la pandemia ha frenado el pedido de aviones, es una industria que los expertos consideran seguirá creciendo. Tiene la ventaja de que incorpora alta tecnología y vincula una variedad de sectores, lo cual permite que cualquier industria se conecte con ella.

En clave de la reactivación, se necesita entonces que los empresarios comprendan y confíen en las posibilidades que dicha industria ofrece. Para ello, la Cámara de Comercio Aburrá Sur ofrecerá una conferencia el día 24 de noviembre a las 4:00 p.m. con el objetivo de sensibilizar a los empresarios en las oportunidades que brinda el sector aeronáutico. Inscríbase ahora Clic Aquí

Un sector potencial para jalonar la reactivación económica y el empleo en el Aburrá Sur

Históricamente el Sur del Valle de Aburrá ha sido unos de los lugares preferidos por las empresas de tecnologías de la información –TI–, para la ubicarse y desarrollar desde aquí sus estrategias de negocios y servicios digitales. Esto ha permitido consolidar un conjunto de empresas en este sector que hay gozan de madurez, tal como lo han demostrado dentro de la pandemia.

El estudio de caracterización sectorial para la industria de TI realizado por la Cámara de Comercio Aburrá Sur, confirmó que existe una base empresarial amplia, sólida y fuerte. Es una industria donde 3 de cada 10 empresas llevan más de 10 años en el mercado. Este es un buen indicador ya que refleja la superación del periodo crítico que entrañan los primeros cinco años.

Adicionalmente, las empresas han consolidado un mercado más nacional que local, incluso con buena inserción a nivel mundial. Se estima cerca de 3 empresas de cada 10, tienen ventas internacionales.

Si bien el grueso de las ventas el año pasado estuvo sobre 25 millones de pesos mensuales para las empresas caracterizadas, cerca del 20% de ellas reportaron ventas superiores a 400 millones de pesos mensuales el año pasado.

Este es entonces un sector clave para poner todos los esfuerzos necesarios allí en clave de una reactivación segura, sostenible y generadora de empleo. Es un sector que refleja liderazgo en el desarrollo de software y servicios de consultoría, además de que posee capacidad para promover encadenamientos rápidos inter e intra sectoriales. No obstante, para aprovechar sus bondades, se requiere seguir cualificando mejor a los profesionales, promover la atracción de inversionistas y la búsqueda de nuevos mercados con productos especializados.

Las dinámicas territoriales y su relación con la formalidad laboral y empresarial: ideas para el desarrollo competitivo de la región.

La dinámica del empleo depende de la actividad empresarial y ésta a su vez depende de la dinámica territorial, la cual está determinada por los usos del suelo. Desde antes de la pandemia el desempleo ya era un grave problema. La crisis económica que se avecina por el Covid-19, trae consigo el reto de más y mejores empleos.

Una manera de entender el empleo formal es a partir de los aportes a la seguridad social. En el Aburrá Sur, dicho empleo formal representó el año pasado (2019) 280 mil personas en promedio. El empleo formal guarda estrecha relación con empresas formales y con capacidad de expansión y crecimiento; aunque también depende mucho del sector a que pertenezca la actividad económica de la empresa, pues hay sectores que son más proclives a la informalidad laboral.

Uno de los temas que hoy se discuten en la agenda mundial es el desarrollo de las ciudades. Pese a la ambigüedad en el concepto de desarrollo y la indefinición del mismo, hay un fenómeno que ha presionado para que el desarrollo se incline hacia el comercio y los servicios. Conviene evocar la época industrial de la región metropolitana para evidenciar que ella fue posible gracias a que hubo suficiente espacio para la instalación de ese tipo de empresas dentro de los territorios.

Sin embargo, la presión demográfica de las últimas décadas y la aglomeración poblacional en centros urbanos, condujo a que el proceso de urbanización pusiera a competir el espacio industrial con la necesidad residencial. Esta dualidad todavía no ha sido resuelta, aunque los territorios apostaron –y apuestan– más por l segundo, que por lo primero.

Desde la Cámara de Comercio Aburrá Sur se ha insistido en la necesidad de poner en equilibrio las actividades económicas y empresariales con las necesidades de empleo y viviendas. Así como hay zonas que por su condición ambiental deben ser protegidas, también es posible proteger algunas zonas debido al aporte que le generan al empleo. Provocar cambios en los usos del suelo que conduzcan a sustituir industria por comercio y residencia, es estrechar más la capacidad de generación de empleos de calidad y es promover la informalidad labora y empresarial, pues es consabido los tipos de negocios se instalan allí. Se invita a las administraciones municipales a seguir repensando el desarrollo territorial, valorando lo antes expresado, e incluso, estimando el costo de oportunidad fiscal que estos cambios traerían.

La dinámica microempresarial durante la pandemia en el Área Metropolitana

Durante el primer semestre de 2020 se crearon 131.848 unidades productivas en Colombia: 33.139 sociedades y 98.709 personas naturales. Esto significa una disminución de 26,3% con respecto al año anterior.

Para el caso del Área Metropolitana del Valle de Aburrá se registró una disminución de 23,5% en la creación de microempresas, respecto al primer semestre de 2019. La dinámica observada antes de iniciar la pandemia –enero y febrero– mostraba variaciones positivas de 17 % y 13 % respectivamente, lo cual era un comportamiento favorable para la creación de microempresas. No obstante, el Covid-19 afectó negativamente esta tendencia y a partir del confinamiento en marzo, se agudizó la creación de microempresas.

Entre enero y junio de 2020 se crearon 12.405 microempresas en el Valle de Aburrá, mientras en 2019 se habían registrado 16.216. El Aburrá Sur participa con el 20% de la creación de dichas microempresas.

Las microempresas constituidas durante el primer semestre en el Área Metropolitana se concentraron en los sectores: comercio (4.353), industrias manufactureras (1.528), alojamiento y servicios de comida (1.421) otras actividades (899), actividades profesionales científicas y técnicas, (840) y construcción (592), representando 72,9 % del total de las microempresas registradas.

Por otro lado, la disolución y cancelación de microempresas también fue menor respecto al año anterior, pasando de 11.090 a 5.483 lo que representa una variación negativa de 50,5% en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá. En el Aburrá Sur se tuvo un comportamiento semejante (45%).

Normalmente, el cierre de microempresas se presenta en el primer trimestre del año, fecha previa a la renovación del registro mercantil; sin embargo, este comportamiento se vio alterado con las medidas tomadas para combatir la pandemia y que llevó a modificar la fecha el registro para el 3 de julio como límite.